La vida nocturna de Vilnius es increiblemente animada. Al ser una ciudad relativamente pequeña, no se puede decir que haya mucha cantidad de locales, pero sí una gran variedad. No obstante, la forma de salir en la ciudad cambia mucho si es verano o invierno, por lo que las alternativas de ocio son muy variadas, dado que en verano proliferan las terrazas callejeras que se convierten en una alternativa más tranquila a los clubes nocturnos, mientras que en invierno, el frío hace que haya que desplazarse necesariamente entre lugares cerrados.
Comer y cenar
Hay muchos pequeños restaurantes en la zona del casco antiguo de Vilnius donde poder disfrutar de una buena y tranquila cena. Principalmente, a lo largo de la calle Pilies, la Plaza del Ayuntamiento y la calle Vokieciu hay muchos de ellos donde, además, todos los camareros podrán entender al cliente en inglés (algo que fuera del centro de la ciudad puede no ser tan fácil, ojo). También en Gedimino Prospektas hay algún restaurante un poco más de lujo, como el que fabrica su propia cerveza, pero algo más caro. Una opción muy interesante es la de la cadena de restaurantes Chili Pica y Cili Kaimas, donde se pueden comer tanto pizzas -en la primera- como platos más tradicionales -en la segunda- a un precio bastante bueno y con una calidad aceptable. Eso sí, el lado malo es que tradicionalmente el servicio en los restaurantes suele ser muy lento y pueden pasar muchos minutos hasta que traigan la comida. Hay que resignarse.
Quien quiera probar el plato tradicional del país debe pedir los llamados «zeppelines«, unas bolas de puré de patata rellenas de carne o queso servidas con salsa (algo pesados, pero buenos al fin y a cabo). No podrá encontrarlos en algunos restaurantes, pero los que ofrezcan comida más tradicional, los tendrán sin duda. Aparte de eso, no hay muchas más especialidades, aparte de algunas carnes o embutidos. El pan moreno es muy bueno y es común ofrecerlo en bastoncitos fritos como aperitivo con la cerveza que, dicho sea de paso, es excelente.
Terrazas
Las terrazas son, sin duda, la opción más agradable para empezar la noche en primavera y verano. En el centro de Vilnius hay numerosas repartidas por las aceras de las calles más anchas y los bulevares. En ellas se sirven sobre todo bebidas, pero también es posible comer, ya que muchas pertenecen a los restaurantes cercanos. Personalmente, me quedo con tres zonas en la ciudad para disfrutar de las terrazas. Todas están muy cerca entre sí, así que se puede ir cambiando de una a otra.
Uzupis: Es la más alejada del centro de las tres -si por alejado del centro podemos considerar 700 metros- pero, para mi gusto, también las más agradables y especiales de la ciudad. Se trata de dos o tres pequeños chiringuitos de madera ubicados en plataformas junto al arroyo que bordea el barrio de Uzupis y desde los que se puede escuchar correr el agua del arroyo y tener vistas del parque cercano. Muy agradables especialmente al atardecer, aunque en la oscuridad de la noche, francamente, puedan parecer un poco solitarias.
Pilies: Es la calle más turística de la ciudad y se nota por la cantidad de bares y restaurantes que hay. Son terrazas muy convencionales, sobre la calle adoquinada y con bastante tránsito de gente. La calle es básicamente peatonal, aunque de vez en cuando pasa algún coche de servicios. Es una buena opción para ver la vida turística de la ciudad y relajarse a mediodía o durante la tarde en pleno centro. También un poco más al norte, en la Plaza del Ayuntamiento, las terrazas funcionan también y tienen un ambiente muy agradable hasta la noche.
Vokieciu: La calle Vokieciu es una de las más elitistas de Vilnius. Tranquila, con su bulevar, alberga bastantes restaurantes que disponen de terraza en la calle. Es una buena opción a cualquier hora, aunque mejor a última hora de la tarde y primera de la noche y se puede tanto beber como cenar.
Discotecas y bares
La noche de Vilnius tiene bastantes opciones de ocio y, por lo general, muy tranquilas. Afortunadamente, y esperemos que por mucho tiempo, Vilnius no se ha convertido en el «mercado de carne humana» lleno de bares de striptease y clubes de dudosa reputación de la cercana Riga, aunque siempre se puede encontrar quien acude a la ciudad atraido por las mujeres lituanas.
Destacaré tres opciones para la noche que deberían ser suficientes para tener una buena velada.
El Brodvejus (Broadway traducido al español) es una opción muy frecuentada por los extranjeros que visitan la ciudad. Es un club con ambiente bastante tranquilo, y además recién renovado después de un incendio en el año 2008. Tiene una zona tranquila para beber o charlar, en dos pisos, y en el centro del local tiene una pista de baile lo suficientemente amplia como para no ser agobiante. Está céntrico y el precio de las consumiciones no es excesivamente elevado. Mi favorito, sin duda.
El Prospekto, en pleno Gedimino Prospektas, es algo más agitado en música y ambiente y tiene una clientela algo más joven. Recomendado para quien le guste bailar mucho, beber mucho y mirar mucho. Está muy de moda, con lo que no es raro encontrarlo lleno los fines de semana, pero siempre es muy divertido.
Finalmente, el Pabo Latino es el tercer bar/discoteca que merece la pena visitar en Vilnius. La entrada es algo más cara que en los otros dos, pero la decoración está cuidada y la bebida es buena. La música, principalmente temas latinos, hará sentirse a uno como en casa y quien baile algo de salsa podrá convertirse en el rey del local (quien no la baile también tiene buenas opciones de conocer gente nueva).
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